Respira hondo y
evita caer en pánico. El tan comentado artículo 94 de la nueva Ley de Vivienda
para la CDMX no plantea desaparecer la propiedad privada ni implica que la
ciudad se quedará con toda de la plusvalía que nuestras casas o departamentos
generen con los años.
El artículo a la letra dice: “…el Gobierno de la
Ciudad de México deberá generar e implementar mecanismos para la captación de
plusvalías generadas por las acciones urbanísticas” y aclara que esos recursos
deberán usarse para mejorar el espacio público, entre otras acciones.
¿El problema?
El problema es que se maneja el término “captación
de plusvalías” en vez de “captación de valor” y eso agitó el avispero y
permitió que diputados de diferentes partidos políticos comenzaran una
discusión pública en medios de comunicación y redes sociales que, más que
claridad, generan pánico.
Según un artículo web de la revista Nexos publicado
hace un par de días, el término `captación de valor´ es más adecuado y justo
para el principio que manda el artículo de la controversia: “es un mecanismo no
sólo para recuperar la inversión de proyectos sino también para obtener
recursos para continuar inversiones en mejoras públicas en la ciudad”.
Por su parte, la presidenta de la Comisión de
Vivienda de la ALDF, Dunia Ludlow, dijo que la nueva legislación sólo orienta
el destino de los mecanismos de `captación de plusvalía´ ya existentes, al
tiempo que permite que se generen más.
“El predial, las contribuciones para mejoras que
tienen que dar los desarrolladores es un mecanismo de captación de plusvalía,
(así como) las medidas de mitigación”, y se pueden generar nuevas formas, dijo
la diputada del PRI. Agregó que la captación de plusvalía estaría enfocada en
los desarrolladores, no al inmueble, a un predio o a un comercio.
Diputados locales del PVEM y Morena tacharon el
artículo 94 de inconstitucional, debido a que la Constitución Política de la
CDMX aún se está redactando y no se sabe qué ordenará en este tema.
En entrevista con un diario nacional, el
presidente de la Comisión de Gobierno en la Asamblea Legislativa del Distrito
Federal (ALDF), Leonel Luna, aseguró que la Ley de Vivienda no genera tasas
tributarias, ni busca afectar el patrimonio de los capitalinos.
Asimismo, dijo que es necesario cuidar la redacción
de la Ley de Vivienda (art. 94) y de la Constitución (art. 21) para evitar
malas interpretaciones, pues es errónea la idea de que cualquier aumento en el
valor de un inmueble (plusvalía) será propiedad y parte de la riqueza del
gobierno local.
En consecuencia, un par de días después la ALDF
anunció que retirará el término “plusvalía” del artículo 94 de la nueva Ley de
Vivienda de la Ciudad de México y, por su parte, la Asamblea Constituyente
decidió que el artículo 21de la Constitución local –referente al mismo tema- se
apegará totalmente al 122 de la Constitución Federal, para evitar confusiones.
Ya vivimos la captación de valor…y ni en cuenta
La secretaria de Gobierno de la CDMX, Patricia
Mercado, aceptó en una entrevista televisiva que se pretende cobrar un nuevo
impuesto sobre la plusvalía de ciertos inmuebles en ciertas zonas -para
invertirlos en nuevas obras e infraestructura urbana-, que hayan ganado valor
gracias a las mejoras con inversión pública.
Ante la pregunta expresa de por qué pagar algo que
ya se paga con los impuestos de los capitalinos, la funcionaria agregó que “no
alcanza” y que la única forma de mejorar los servicios y rescatar zonas muy
deterioradas de la ciudad es “entre todos”. Y que, si un inmueble se valorizaba
10 pesos por año y luego de la inversión pública en su entorno urbano, cuando
se vende ya vale 15. “No te lleves todo sin darle algo a la ciudad”, aseveró.
Por otra parte, se ha aclarado que esta
herramienta de captación de recursos no afectará a los propietarios particulares,
sino a los desarrolladores inmobiliarios.
En su artículo sobre captación de valor, la
revista Nexos también explica que no es algo nuevo, pues la CDMX
financió la rehabilitación de Avenida Masaryk con uno de los mecanismos de
captación de valor llamado Contribución de Mejoras.
“El 64% de las contribuciones sería cubierto por
405 predios comerciales (menos del 4% del total), inmuebles habitacionales
(hasta 250 metros de la obra) cubrirían el 25% y las restantes correrían a
cargo de fondos públicos”, refiere la publicación.
De igual forma, señala que son nueve mecanismos de
captación de valor los que igual número de estados de la República ya aplican
desde hace tiempo para recaudar recursos y destinarlos a nueva obra pública.
¿Cuál sería la conclusión?
Sin embargo, más allá de los debates políticos, lo primero es que sepas que la nueva Ley de Vivienda está en sus primeras fases y será hasta que se discuta y publique una Ley Secundaria o reglamento, que sabremos las verdaderas implicaciones del articulado: Quién deberá pagar, cuándo, en qué circunstancias y qué porcentaje de la plusvalía de cada inmueble.