Precio, zona y
servicios. Estos son los tres puntos fuertes que hacen de las viviendas
de segunda mano la opción más demandada por los compradores. Según los
últimos datos del INE del pasado mes de agosto, de las 44.637 viviendas que se
compraron en este mes, el 81,69% fueron de segunda mano (36.462) frente a las
nuevas 18,31% o lo que es lo mismo 8.175.
Aunque en los
últimos meses la venta de viviendas nuevas ha crecido, el dato sigue
siendo muy bajo si lo comparamos con los alcanzados antes de la crisis
económica donde se llegaron a vender hasta 23.009 casas nuevas en el mes de
agosto de 2010. Ese mes se vendieron 2.408 casas nuevas más que viviendas de
segunda mano (20.601).
Cabe destacar
que se considera de segunda mano no solo aquellas viviendas que hayan tenido ya
por lo menos un propietario, sino también las que tras la construcción
hayan sido alquiladas durante dos años y el nuevo propietario no sea
el antiguo inquilino.
 
Precio
más asequible:
Uno de los
principales atractivos de la vivienda de segunda mano es su precio.  Los
compradores se pueden sentir atraídos por esta ventaja ya que pueden
ahorrarse dinero e invertirlo en la reforma de la casa para adaptarla a sus
necesidades.
 
Mejor
localización:
La ubicación
es otro de los puntos fuertes de las viviendas de segunda mano. En el centro de
las ciudades no suele quedar suelo disponible para construir viviendas nuevas,
por lo que las de segunda mano atraen a los compradores que prefieren
vivir en el centro de las ciudades.
Además, como
norma general las viviendas de segunda mano están más cerca de los
principales servicios como pueden ser los centros de salud o tiendas de barrio.
Las casas nuevas suelen tardar un tiempo hasta que en los barrios se llenan de
los principales servicios.
 
Menor
presión fiscal:
A la hora de
comprar una vivienda nueva se pagan más impuestos que en el caso de una de
segunda mano. De esta manera, el IVA de la vivienda nueva es del 10% mientras
que en la usada se paga el Impuesto de Transacciones Patrimoniales que suele
ser del 4%, aunque en algunas comunidades autónomas este porcentaje
puede ser más elevado.
 
 
Tiempo:
Hay diferentes
formas de comprar una casa nueva: sobre plano, en alguna fase o finalizada. El
precio de la casa dependerá de la fase en la que esté la construcción siendo
‘sobre plano’ la más económica y la finalizada la más cara. Cada fase también
lleva aparejada un tiempo, por lo que si la compramos sobre plano es
posible que pasen hasta dos años hasta la entrega de las llaves.
En el caso de
comprar una casa de segunda mano, una vez trascurrido el periodo de la
hipoteca, que puede ser un plazo de unos tres meses, el comprador podrá entrar
a vivir cuando quiera.
 
Desventajas
de la vivienda de segunda mano:
La principal
desventaja de la vivienda de segunda mano es su edad, en el caso de que la
finca tenga muchos años pueden surgir problemas derivados del tiempo.
Relacionado con esto, surge la problemática de la eficiencia energética,
los nuevos materiales permiten un ahorro en energía mientras que los viejos
incrementan las facturas a final de mes.
En el caso de
comprar una vivienda de segunda mano con la intención de hacer una reforma es
muy interesante centrar algos cambios en la eficiencia energética para ahorrar
dinero en las facturas de la casa.
 
Domótica:
Las viviendas
nuevas cuentan con ventajas tecnológicas frente a las usadas. Por lo
general, las nuevas promociones cuentan con los últimos sistemas para hacer el
día a día más fácil para los inquilinos.
Además, otro
de los puntos fuertes de las casas nuevas son los extras de las
urbanizaciones, como puede ser la piscina, los parques infantiles o las
zonas deportivas.
A la hora de
elegir entre un tipo de vivienda u otro, el comprador deber priorizar
sus necesidades y cruzarlas con su nivel adquisitivo. El resultado puede
ayudarle a tomar la opción que mejor le convenga.